Otra vez en Montevideo. Ayer me acosté muy tarde y hoy me desperté a las once. Sofi se levantó más tarde que yo. La casa estaba otra vez invadida. La casa no me importa que la invadan, para eso está. Pero sí me molesta que ocupen la computadora. No pude trabajar hasta la tarde. Antes de desayunar, subí al cuarto de Marce a buscar un libro. Era un despelote.
Etiquetas: octubre 05
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